En esta etapa los niños y niñas de 8 a 12 años aprenden a convivir en pequeños grupos de seis, llamados “seisenas”, en las que se reparten responsabilidades y aprenden a trabajar juntos, desplegando sus hábitos, habilidades sociales y responsabilizándose de su tarea.

A través del juego, el niño aprende a quererse y a respetarse, y a querer y respetar a los demás. Es a través de ello que va adquiriendo sus propios valores personales que le acompañarán siempre.
Mediante talleres se iniciarán en destrezas y habilidades, y con las excursiones y campamentos, a desenvolverse por sí mismos de manera cada vez más autónoma.

El marco simbólico de la manada es “El libro de las Tierras Vírgenes”, cuyo extracto más famoso es “El libro de la Selva”, de Rudyard Kipling. Se utiliza dicho marco para hacer una inmersión divertida en el escultismo, y los lobatos y lobatas aprenderán de las Viejas lobas (scouters/monitoras). El desarrollo de la imaginación permite al educador hablar un lenguaje accesible para el niño.